La maternidad cambia el cerebro
hace 4 días
La naturaleza moldea los cuerpos de hombres y mujeres para adaptarse a las nuevas circunstancias. Esto también sucede durante la maternidad, cuando las madres experimentan cambios estructurales en el cerebro que las dejan mejor equipadas para la nueva etapa de la vida.
En concreto, varios estudios neurológicos muestran que en las madres primerizas, durante el embarazo y hasta después del parto, aumenta la conectividad de áreas del cerebro asociadas con la empatía, la capacidad de formar relaciones humanas y la memoria. La amígdala, asociada a las emociones, y la corteza prefrontal, importante para la regulación emocional, están más activas. De este modo, la mujer se prepara mejor para afrontar la primera fase, muy delicada, de la maternidad, cuando el bebé llora a menudo y necesita desesperadamente el calor y los cuidados de la madre. Con estos cambios en el cerebro, la madre se vuelve más sensible a todas las señales provenientes del recién nacido.
Los cambios que se producen en el cerebro de la mujer durante la maternidad han sido confirmados por diversas investigaciones científicas a lo largo de los años. La noticia más reciente se refiere a los padres: ellos también se verán afectados por algunos de los cambios, como demuestra, por ejemplo, un estudio publicado por un grupo de investigadores del Instituto de Salud Carlos III de Madrid. corteza cerebralAquí la noticia: con motivo de ser padre, los hombres ven una reducción de la materia gris, especialmente de la que constituye la materia cerebral, que puede alcanzar el 2 por ciento de la superficie total. Y esto permite que el cerebro procese la información de manera más efectiva, desarrollando una actitud hacia el papel y las responsabilidades del padre, dándole una mejor base para conectarse con el niño.
Cómo entrenar los músculos mientras haces músicaFinalmente, madre y padre comparten dos aspectos de los cambios que se producen en su cerebro tras la llegada del bebé. Primero: cambios hormonales con caída de testosterona. Los científicos los atribuyen a la necesidad natural de la madre y del padre de prestar más atención a la familia, sin dejarse atraer por escapadas e impulsos, incluso de carácter sexual. El segundo aspecto está relacionado con la duración de los cambios cerebrales: aunque se trata de un fenómeno temporal, que remite con el tiempo, cuando mujeres y hombres pueden volver a su estado normal.
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