Señales que deberían ser preocupantes
hace 5 meses
celos obsesivos
No hay nada más natural y humano que los celos. Pero hay un límite que, si se traspasa, pone a la pareja en peligro de romper la relación, el compromiso, el matrimonio o la relación, incluso de forma violenta. Y es entonces cuando los celos se vuelven obsesivos, patológicos. Con señales claras que suenan como muchas alarmas. Contra lo cual lo mejor es reaccionar de inmediato, con firmeza, con determinación y sin dejarnos caer en la ilusión de que el tiempo cambia las cosas. celos obsesivos También puede reaparecer, pero hay que tratarlo ante los primeros síntomas.
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violencia verbal
Siempre comienza con las palabras y el tono de voz: insultos, palabras duras, acusaciones de infidelidad simplemente por ira o celos sin causa, humillaciones delante de los demás. Son palabras que aumentan en intensidad y peso con el tiempo, y se convierten en piedras que se lanzan unas a otras. Y pueden convertirse en focos de violencia física.
gestos violentos
Aún no estamos en el abismo, pero nos acercamos: empujando y sosteniendo al compañero. Por ejemplo, sujetarlo de la mano o impedirle salir del coche. El nivel de celos obsesivos está aumentando.
violencia económica
Control de gastos incurridos con la no disponibilidad de solicitar recibos de tarjetas de crédito o débito, apertura de una cuenta personal. En definitiva, se trata de pequeños chantajes que subyacen al ejercicio del poder dirigido a una forma patológica de celos.
Interferencia
Sobre la carrera de la persona, con presión para abandonarla o acortarla: como si tener ambiciones fuera prerrogativa de una sola persona dentro de una pareja. A veces, para ocultar esta forma de celos obsesivos, se utiliza torpemente la excusa de los niños: "Hay que dedicarse a ellos", es la frase ritualizada. ¿Y por qué este trabajo es responsabilidad de una sola persona?
Todo lo que necesitas saberFantasma
La clásica petición de reunirse en el lugar de trabajo o en lugares donde la pareja (o expareja) suele acudir a “charlar”. En estos casos, si la relación ya se ha deteriorado, nunca aceptes un enfrentamiento final que no tenga lugar en lugares públicos; Cuéntale esto a tus amigos/familiares y no vayas a la reunión sin pensarlo.
como bombardeo
Con decenas de mensajes al día a la otra persona para seguir conectado con ella. Un noviazgo apasionado, la ternura necesaria e incluso un poco de desenfreno, que nunca viene mal. Lo mismo ocurre con las llamadas diurnas y nocturnas. Casi nunca le gustó.
Las cifras son impresionantes: 7 millones de italianos han sentido celos por el uso del smartphone y de las redes sociales por parte de su pareja. De ahí el control de mensajes, corazones, me gusta: todo lo relacionado con la privacidad de una persona. Y en tales circunstancias hay que respetarlos. Sin interferencias indebidas.
Límites sobre quién puede participar
Este es otro síntoma de los celos obsesivos, una forma de imponer las propias preferencias en detrimento de los demás. Y evitar que se relacione con personas sospechosas y no deseadas, incluso si son viejos amigos. fecha. Después de todo esto también es una forma de violencia.
consulta
¿Dónde estabas, a quién viste, a qué hora, por qué motivo? Los informes del día, los informes del tiempo que no pasamos juntos ya no son conversaciones agradables. Pero el interrogatorio en cuarto grado ante el fiscal.
escenas de celos
Los celos obsesivos hacen que caigan los frenos inhibidores. Y las escenas son públicas y privadas. Casi siempre embarazosos, y motivados sólo por excusas triviales que encienden la mecha.
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