¿Puedes abrir las ventanas cuando tienes fiebre? Sí

Muchas personas se encierran en sus habitaciones cuando tienen fiebre, sin abrir las ventanas. Este es un error, que también está relacionado con el desconocimiento del mecanismo de la fiebre. Cambiar el aire es siempre y en cualquier caso un paso sencillo pero imprescindible: garantiza la salubridad de las habitaciones y protege la salud de las personas que viven en ellas.

Una ventilación adecuada ayuda a reducir el dióxido de carbono y el exceso de humedad y elimina los contaminantes que se acumulan en espacios cerrados. Además, ayuda a prevenir la propagación de bacterias y virus en el medio ambiente, reducir el riesgo de infección y mejorar la calidad del aire. Resumiendo estos beneficios llegamos a una conclusión clara: Cuando hay fiebre, las ventanas no sólo se pueden abrir, sino que hay que abrirlas,

Lo único es que hay que tomar algunas precauciones. Para evitar golpes de frío es mejor no exponerse a la ventilación y por tanto abrir una ventana a la vez y pasar a otra habitación cuando cambie el aire. La temperatura, especialmente en el dormitorio, no debe ser demasiado alta y el aire no debe estar demasiado seco. Por último, lo mejor es evitar descansar, aunque sea por unos minutos, cerca de una ventana abierta.

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